Creemos fervientemente que la educación debería permitirnos, más allá de acumular conocimientos, desarrollar en nosotros habilidades que sean útiles para la vida.
Todos tenemos o conocemos a alguien cuyo profesor o profesora de la infancia lo marcó. En mi caso, mi profesor de teatro de la secundaria y mi profesora de investigación de la universidad marcaron mi vida. En efecto, durante mucho tiempo todos hemos intuido lo importante que es el vínculo entre el maestro y el estudiante. Claramente, esto no es de sorprender, debido a que la mayor parte de nuestra niñez y adolescencia la pasamos en un entorno educativo.
Recientes estudios, no obstante, resaltan aún más la importancia del vínculo entre el maestro y su estudiante. Por ejemplo, el journal EdWeek recopila diversos hallazgos: así, un análisis de Review of Educational Research de 46 estudios encontró que las relaciones sólidas entre maestros y estudiantes se asociaron tanto a corto como a largo plazo con mejoras en muchísimos aspectos relacionados con el aprendizaje académico: mayor participación académica de los estudiantes, asistencia, calificaciones, menos conductas disruptivas y tasas más bajas de deserción escolar.
(EdWeek 2019).
En los modelos de educación tradicional a los que estamos acostumbrados, y en los que la mayoría de nosotros hemos sido educados, es complejo vincularse de manera cercana y sólida con el maestro. Por eso en Contigo apostamos por la metodología one-to-one y la creación del match perfecto entre estudiante y tutor.
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